ETA emitió ayer un comunicado, difundido por la página web del diario Gara, en el que reflexiona sobre la coyuntura en que se celebra hoy el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca). La banda indica que "la necesidad de resolver el conflicto vasco aparece con fuerza en la agenda internacional". Y, si bien considera que "la llave de la solución está en Euskal Herria", "asume la importancia de la implicación internacional" y anuncia que "en próximas reflexiones" recogerá "las aportaciones y opiniones que han lanzado los agentes internacionales".
El comunicado señala, no obstante, que la desactivación de la respuesta armada no soluciona el conflicto político. "Como en otros procesos de resolución de conflictos en el mundo, en el nuestro también son necesarios garantías y compromisos de todas las partes, construir el escenario democrático que garantizará una salida sólida y permanente".
ETA hace referencia así a lo que denomina "agenda internacional", sobre las reflexiones de mediadores internacionales. El mediador de los conflictos en Irlanda del Norte y Suráfrica Brian Currin presentó el 29 de marzo en el Parlamento Europeo un documento que pide a la banda "un alto el fuego permanente", "unilateral e incondicional", controlado por un organismo internacional independiente. El texto está refrendado por 19 firmas, entre ellas las de cuatro premios Nobel de la Paz: el presidente surafricano Frederik de Klerk, el arzobispo Desmond Tutu, el ex primer ministro irlandés John Hume y la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson. También lo apoya la Fundación Nelson Mandela. El documento, que pide a ETA que respalde la apuesta de la izquierda radical vasca por un "proceso democrático en ausencia de violencia", fue recibido con escepticismo por los partidos y los Gobiernos central y vasco.
No es la primera vez que Currin pide a ETA un paso similar. En febrero solicitó a la banda terrorista una tregua "permanente y verificable". Tanto en ese caso como en éste, la hoja de ruta del proceso serían los acuerdos de Mitchell en Irlanda del Norte. El abogado surafricano ha defendido la propuesta de la izquierda radical vasca, que considera "sincera e irreversible". Pero incluso los abertzales tienen serias dudas de que ETA acepte dar ese paso de forma unilateral.
La acuciante situación de Batasuna anima a los mediadores a conceder una última oportunidad al entorno de ETA, pese a que ya quedaron desairados cuando la banda reventó en 2008 sus esfuerzos durante el anterior proceso de diálogo con su atentado contra la T-4 de Barajas. El Gobierno está dispuesto a cortar el paso a cualquier intento de los abertzales de participar en las elecciones municipales de 2011 si antes no condenan la violencia y se desvinculan de ETA. La semana pasada presentó un proyecto de reforma legal para tapar los "recovecos" que pudiera emplear la izquierda radical. Entre tanto, se limita a tomar nota de todos sus movimientos.
El comunicado también hace referencia a la celebración de Aberri Eguna. ETA considera que en el último año "la fotografía política de Euskal Herria se ha aclarado", ya que es más evidente que nunca que "no hay más que dos proyectos" para elegir: "el actual modelo de negación, que nos condena a seguir encadenados a Francia y España"; o el de "la independencia que abre la puerta al desarrollo social, político, cultura y económico de Euskal Herria".
A esta última opción hace referencia también la banda terrorista al manifestar que "el independentismo ha respondido con la iniciativa política a la activación por parte del Estado español de todos sus instrumentos jurídico-políticos para destruir Euskal Herria". "La intención de ETA", puntualiza la banda, "es que el choque entre ambos proyectos se supere a través de la confrontación democrática, con la garantía y el compromiso por parte de todos de que respetarán lo que los ciudadanos vascos decidan" en un escenario "sin violencias, sin límites y sin injerencias".
Sobre el asesinato del policía francés el 16 de marzo, la banda terrorista asegura que dicho enfrentamiento tuvo lugar "en contra de la voluntad de ETA" y que el origen está en la actuación de la policía francesa, que fue la que se acercó a los "gudaris de ETA para secuestrarlos" y que los agentes fueron los primeros en disparar. Y hace un llamamiento a los Gobiernos francés y español para "que dejen de un lado el estéril camino represivo y, a través del diálogo y la negociación, se posicionen a favor de la solución democrática basada en el respeto de la voluntad de los ciudadanos vascos".
El País.